martes, 11 de mayo de 2010

DE REPENTE, REVILLA.
Los riesgos de mezclar la política y el deporte tienen que ver, por ejemplo, con episodios como éste. Ahora viene Revilla y escribe una carta en la que reclama el apoyo de la afición sportinguista para el trascendental partido del domingo que enfrenta a su Racing contra nosotros. Una tragedia lo del tema del descenso, fíjate que ha llevado al tío a intervenir. Y por si no fuera bastante todo el mariconeo estúpido que durante la semana lleva uno soportando sobre lo mucho que nos queremos asturianos y cántabros, y no tonto, que yo más, dame un besín y cosines como eses, ahora encima tener que pasar la verguenza de leer a esti paisano escribir semejante mamarrachada sobre sus orígenes y sus primeros sentimientos púberes y el fervor que le despiertan, no sé si son exactamente esas sus palabras, sus deseos más íntimos. Una encíclica de misa. Produce verguenza ensuciar el deporte con la mano del que encima encuentra de lo más normal la justificación y no asume sus consecuencias. Perder el tiempo en cosas de éstas. Y enredarnos con estupideces en las que el Sporting sólo tiene a partir de este momento, a los ojos de toda España, las aficiones de otros cuatro equipos y los que presencien el espectáculo como simples espectadores, bastante más que perder.

Ahora queda encima cumplir con el deber de quitarnos la mierda de encima y dar la cara, o algo que se le parezca a estas alturas de la temporada, para evitar suspicacias asquerosas.

Si no fuera porque cualquiera que haya visto jugar a nuestro equipo en el último mes y medio sabe que el domingo posiblemente seamos incapaces de ganar a la Gimnastica de Torrelavega, quedaba el remedio de recurrir con dos cojones a las primas de terceros , dejarse el alma en el campo y defender con dignidad el orgullo que nos quede.

2 comentarios:

  1. Revilla, el clon de Preciado, es tan impresentable como su paisano. A ver cuando se van a comer anchoas y nos dejan en paz.

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  2. El populismo está bien pa lo que está bien. O sea, pa vivir del cuento y ganar tiempo. El problema es cuando detrás del populismo no hay nada, porque con populismo no se dirige una comunidad autonoma ni se planifican los partidos ni nada de nada de nada...

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