martes, 30 de noviembre de 2010

PREPARANDO CABINA PARA EL ATERRIZAJE.
Te adelantas en el marcador a los tres minutos de partido y te tiemblan las piernas. Tenía a una familia de San Sebastián a la derecha que agachaban la cabeza preocupados. Me apetecía consolarlos y llamarles a la reflexión. Un segundo, hombre. Aquello estaba claro que no iba a terminar así. Lo sabe el último de los que trabajan en los tornos. Hay un problema cuando nos ponemos con el marcador en contra. Tenemos uno muy gordo cuando nos adelantamos. A los tres minutos o a los cincuenta y cinco. No hace falta teorizar demasiado sobre el asunto para pensar que el problema no es culpa de la coyuntura del momento o que tiene que ver más con otras cosas. Griezman y Xabi Prieto, por ejemplo, no estaban la semana pasada. La cuestión consistiría en encontrar lugares comunes, de esos que se repiten, para buscarles freno. Lo de los despistes defensivos ofende al sentido común. Un defensa con problemas de concentración puede ser muchas cosas en la vida, pero no un defensa. Un síntoma extendido entre varios que de repente también lo manifiestan invita a pensar en la epidemia y el contagio. Antes era uno. Ahora parece que son todos los que la pifian de la misma forma.

Y no se trata de echar de menos a Diego Castro. Había miles de razones para pensar, ahora que ha pasado, que el planteamiento inicial no invitaba al optimismo. Será por antecedentes. Eso del juego directo está muy bien si en el area tienes dos depredadores. Bilic y Sangoy se hartaron a correr todo el partido como pollos sin cabeza. Pero enfrentarse a una defensa de cinco sin un enganche y con estos dos dibuja un escenario impresionista, de trazo grueso, donde el que manda no es el que más calidad tiene sino el que se coloca mejor. Total, una fiesta. La defensa, hecha un flan. Y el juego de ataque en manos de los defensas, Lora colgándola desde la veintidós y Botia abriendo el campo con la espinilla buscando la devolución de Gregory. Preciado acertó con la salida de Sergio Alvarez, es verdad. Tuvo que pasar más de una hora.

Y entre medias, el arbitraje de Paradas Romero. Que dicen que señalizó doscientas faltas y estuvo a tono con un partido hecho a su medida, estará contento.

martes, 23 de noviembre de 2010

UNA HISTORIA DE PAMPLONA.
Pronto empiezan los agobios. Porque la realidad es ésta y es muy puta. Que para ganar un partido tenemos que conjurarnos todos como si se acabara el mundo y bajar a El Molinón al espíritu de Joaquín, Ciriaco y todos los santos. Y en cambio cuesta tan poco perderlo o hacer que regalar un punto parezca un accidente que da grima. Sólo de pensarlo me duelen los recuerdos. Un melón a Massoud y ya está. Se acabo el tema. Soy incapaz de asumir que la explicación del asunto sea tan simple y que no tenga que ver ni con el calendario ni con Mourinho. Esta vez fue una contragolpe el que nos pilló a todos en bragas. La otra era el balón parado. Y la semana que viene alguien dirá que el jabulani es una mierda y que no nos conseguimos acostumbrar a él. La acumulación de excusas (cuando ya son varias y no tienen mucho que ver entre sí) pasa de llamarse de esa manera y recibe el nombre de conspiración cósmica organizada. Nunca se falla en detalles puntuales. Los detalles nimios, esos que siempre (mierda!) deciden, sólo nos lo parecen a nosotros. Cada uno da la importancia que quiere a defender una jugada de estrategia o a rasear el balón o colgarla a la olla. Pareciera que no entrenamos por semana.

lunes, 15 de noviembre de 2010

PELOTAS.
De acuerdo. Si se trataba de ver quién los tiene más grandes, podemos estar tranquilos. El partido de ayer deja conclusiones interesantes. Que no hay que ser más alto para parecer más hombre y que Lora, por ejemplo, le saca en esto un banderin de corner a Cristiano, que es un llorón y causa lástima con algunas de sus acciones. Hasta ahí, perfecto. Porque, no nos olvidemos, en un partido a prueba de hombres, la primera cuestión no tiene nada de anecdótico. Decidir lo primero era un presupuesto inexcusable para lo segundo. Dicen que Preciado se las tuvo tiesas con el autobús del Madrid, puedo imaginar la escena, apurando sus opciones, de regreso a casa después del partido, jodidamente poético, como en el tiempo del descuento. Y en esto último, hermano, en lo de los puntos y el partido, lo teníamos jodido.

El Sporting salió bien plantado sobre el campo. Había momentos en los que me parecía ver a Michel (el de Pola Lena) trazar diagonales sobre la defensa adelantada del Madrid. Pepe y Caravlho se hartaron a repartir protegiendo sus espaldas. Durante algunas fases parecía que iban a quedarse solos. Preciado planteó un partido impecable. Será porque el antídoto era previsible o porque la lección del año pasado aun estaba reciente, pero leyó la cartilla a Nacho Novo y a Diego Castro y se multiplicaron las ayudas. Por dos. Se defendió con oficio y con orden. Donde la jugada pedía una falta, ahí estaban Botía o Eguren. Una zancadilla, Gregory. Cuando hiceron falta las navajas y la gente buscaba un culpable, apareció la galopada por la banda de Cristiano. Sólo se echo falta que la mano de Juan Pablo hubiera medido unos centímetros más o que el partido se hubiera terminado un poco antes y no hubiera dejado una oportunidad para Benzema. García de Loza puede decir misa. Ahora se habla de los goles anulados. No se escatiman artículos para reclamar fairplay. Todos se pueden ir a tomar por el culo. Merecimos el empate.

viernes, 12 de noviembre de 2010

CANALLAS SOIS TODOS.
A los del Marca les suda la polla lo de Preciado y Mourinho. En realidad, a los del Marca y a todos los demás que escriben a deguello del tema y agradecen los titulares que a veces les vienen de esta manera, mira tú que suerte, casi sin buscarlos, como caidos a plomo de los cielos. Podría pensarse que también es verdad que incluso los titulares de este tipo responden siempre a un trabajo previo que no es fruto de la casualidad, el producto de una maquinaria putrefactamente engrasada que alguien diseño para escribirlos, pero eso es otra historia. El caso es que a todos el tema éste se la trae floja. Y con la misma ligereza que se toman las reacciones luego se profieren las recomendaciones de juego limpio y se hacen reflexiones y se reparten hojas parroquiales de usar y tirar que nadie es capaz de tomarse en serio. Nadie se molesta en pensar sobre eso del respeto de lo que habla ahora el Madrid. Hacen un comunicado de prensa y le dan una seriedad al asunto sin pensar que la gravedad de la respuesta no la mide el medio sino el fondo. Que da lo mismo que sea el último putero que pasaba por allí el que lea el texto de una hoja de cuartilla. O que la reciten un ejercito de ángeles de memoria en una rueda de prensa. No hubo un comunicado para desdecir a Mourinho de sus declaraciones entonces. Tampoco suele haber a nadie corrigiendo al portugués, al que se le ríen las ocurrencias como a un guaje de dos años al que no se le puede despertar de la siesta ni llevar la contraria. A la alternativa a pasar del tema y mirar para otra parte tienes la de ponerte a su misma altura y terminar chapoteando en el plató de Sálvame, con la última puta de Paco Marsó o el boxeador de Gran Hermano 12. Chillas por dignidad. Eso lo entiendo. Pero no creo que merezca la pena esperar respeto de quien dentro de una hora esté ya pensando en otro tema, ingeniándoselas en cómo fabricar otro titular de algún otro muerto. En esto han convertido los prolegómenos del partido del domingo. Hacia esta mierda se dirigía de cabeza Preciado cuando se le calentó la boca. Que llamen también a Revilla, a ver qué opina. Y ya estamos todos.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

OS PRESENTO A NACHO NOVO.
Goles como esos no se meten todos los domingos. Que te lo digo yo. Que hacía tiempo que no veíamos voleas como ésas, algunos ya se han adelantado a escribir que desde que Quini enchufó una contra el Valencia hace unos años, ahí es nada, mucho antes de la transición y de que se nos olvidará valorar lo dificil que a veces puede llegar a serlo. Golazos. Lo que nos queda a partir de ahora es valorar lo que tenemos y remediar los errores para colocar a cada uno en su puesto. Sacar el máximo rendimiento de Sangoy y dejar de ver a Nacho Novo como el aspirante a sustituir a Luis Morán en la banda derecha, pegadito a la cal. Un tío sin ninguna vocación defensiva que en cuanto te descuidas está pegado al punto de penalti o buscando el balón en el centro. Queda recordar la segunda parte y dar por bueno el empate. Porque no se sacaba nada provechoso en Almería desde los tiempos de Quini y porque llevamos diez partidos y para agobiarnos aun hay tiempo.

lunes, 1 de noviembre de 2010

SEGUIMOS PARA BINGO LOCO.
Ni sexy futbol (joder, Gullit!) ni rugby champagne ni nada de nada de nada. Al final el Villareal que tanto gusta en la tele, por eso de las camisetas amarillas y por la etiqueta de buen futbol que llevan prendida, se llevó un punto en una jugada de estrategía. Táctica fina. Me descojono de los ojeadores que aun no han diseñado un sistema para hacernos daños consistente en jugadas tan curradas como esa que desequilibró el partido. Un balón a la olla y a rezar. Así de fácil. Como aquellos que paraban a los lakers mandando a Shaquille a la linea de tiros libres a falta de ocho minutos. Dentro de una semana nadie se va a acordar (nadie, salvo nosotros, claro) de las argucias de Marchena y del up and under final, provocado por una falta estúpida de Nacho Novo a cuarenta metros, que pierde el balón lanzando un contragolpe y que sirvió de soporte ético (si es que faltaban tres minutos para los noventa y cuatro) para el patadón al area. No es lo nuestro, de acuerdo, dirá Garrido, sin ponerse colorado. Durante noventa minutos mover el balón raso y jugar en corto no les sirvió de nada. Para eso vale jugar bien al futbol, pensarán algunos. Pero es que, a lo mejor, tampoco eso es jugar bien. Hacerlo con criterio es acompañar todo el lote con algunos goles y sentenciar cuando toca. Que te digo yo que dentro de una semana no se acuerda de esto ni dios.